Este paso forma parte de una nueva etapa de madurez y crecimiento, cuyo espacio actual se había quedado pequeño tras la primera estrella Michelin, y con el objetivo de crecer, no solo en número de plazas sino en calidad del trabajo, tanto para el equipo de cocina, como para el cliente.“Llega el momento en que los medios se quedan pequeños, hemos estado haciendo magia en un sitio minúsculo, en una cocina que hace tiempo se nos quedó pequeña, pese a ello, ha sido una época bonita donde hemos aprendido mucho durante estos años y hemos creado equipo y familia. En esta etapa hemos forjado el estilo que tenemos de ver, entender, sentir y ejecutar la gastronomía.”, señala Rodrigo de la Calle.
El Invernadero en su antiguo emplazamiento en la Sierra de Madrid tenía literalmente 4 mesas, una capacidad máxima de 12 comensales y por ello se hacía complicado poder dar cabida a todas las peticiones y reservas de comensales. “Nos daba mucha pena no poder ofrecer nuestro trabajo a todo el público que nos solicitaba reservas”, declara el chef. “Nos dimos cuenta de que nuestra línea de trabajo tenía que evolucionar hacia delante, y eso empieza en poder dar cabida a toda la gente que quiere conocer nuestro trabajo, al final, estamos donde estamos por y para nuestros comensales”, sentencia Rodrigo.
El Invernadero en su antiguo emplazamiento en la Sierra de Madrid tenía literalmente 4 mesas, una capacidad máxima de 12 comensales y por ello se hacía complicado poder dar cabida a todas las peticiones y reservas de comensales. “Nos daba mucha pena no poder ofrecer nuestro trabajo a todo el público que nos solicitaba reservas”, declara el chef. “Nos dimos cuenta de que nuestra línea de trabajo tenía que evolucionar hacia delante, y eso empieza en poder dar cabida a toda la gente que quiere conocer nuestro trabajo, al final, estamos donde estamos por y para nuestros comensales”, sentencia Rodrigo.
Se trata de un traslado por la rentabilidad del proyecto, pero también por la comodidad de trabajar más y mejor. “Es un segundo paso, muy importante, en nuestro plan. Quiero que el cliente perciba que somos felices haciendo nuestra cocina y que esté a gusto en un espacio que acompañe en comodidad para todos”. La previsión es arrancar de forma inmediata con las obras del local en Madrid y abrir el próximo mes de mayo.
En esta mudanza del restaurante estrella Michelin y equipo, la Gastrobotánica seguirá siendo el himno. La alta cocina verde, recuperación de especies vegetales, respeto al entorno, cultivo integrado, apuesta por la diversidad de las especies y la puesta en valor del mundo vegetal… son parte de la base de la filosofía de Rodrigo de la Calle, que lleva años rompiendo radicalmente la escena de la cocina con su manera de conceptualizar, cocinar y de plantear sus menús basándose exclusivamente en lo verde.
En esta mudanza del restaurante estrella Michelin y equipo, la Gastrobotánica seguirá siendo el himno. La alta cocina verde, recuperación de especies vegetales, respeto al entorno, cultivo integrado, apuesta por la diversidad de las especies y la puesta en valor del mundo vegetal… son parte de la base de la filosofía de Rodrigo de la Calle, que lleva años rompiendo radicalmente la escena de la cocina con su manera de conceptualizar, cocinar y de plantear sus menús basándose exclusivamente en lo verde.
En la mente del chef de la Calle siempre está el crecimiento personal y profesional, caminando hacia un proyecto más completo que ubique en un futuro, al restaurante en un espacio natural abierto, con huerto propio, ecológico, para elaborar todos y cada uno de los platos con corazón vegetal rodeados de naturaleza. Su apuesta, desde siempre, es por el trabajo de agricultores y viticultores sostenibles, la apuesta por lo local y la investigación de especies de origen vegetal.
Rodrigo de la Calle
2000 Chef ejecutivo del Hotel Huerto del Cura (Elche). Conoce al botánico Santiago Orts crean el concepto “Gastrobotánica”.
2003 Trabaja en Mugaritz de Andoni Luis Aduriz. También trabajó junto al maestro pastelero Paco Torreblanca.
2005 Trabaja en “El Poblet”, hoy restaurante Quique Dacosta. Y culminó su formación junto a Martín Berasategui en Lasarte.
2007 Rodrigo abre su propio restaurante en Aranjuez, Rodrigo de la Calle.
2009 Premio al Cocinero Revelación en Madrid Fusión.
2010 Cocinero del Año por la Cámara de Comercio de Madrid. Chef L’Avenir (Cocinero del futuro) por la Academia Internacional de Gastronomía. Publica su libro Gastrobotánica.
2011 Recibe su primera estrella Michelin en su restaurante Rodrigo de la Calle en Aranjuez. Segundo Sol de la guía Repsol.
2012 Crea el concepto de “Revolución verde”. Asesor de multinacionales y empresas del sector de la gastronomía.
2013 Comienza su trabajo con las verduras fermentadas.
2014 Experimentación con los superalimentos.
2015 Comienza su asesoría vegetal para el cocinero francés Jöel Robuchon, en sus laboratorios de París para sus restaurantes en todo el mundo. Asesoramiento de diferentes restaurantes en Pekín. Investigación de bebidas fermentadas. Inauguración de su restaurante El Invernadero, en su antiguo emplazamiento en la Sierra de Madrid.
2016 Menú "Vegetalia". Inauguración de su huerto en Guadarrama. Recibe una estrella Michelin en su restaurante El Invernadero. Reciben también su primer Sol Repsol para El Invernadero, así como una M en la guía gastronómica de Madrid Metrópoli.
2017 Inaugura su segundo restaurante en China, para el grupo Puerta 20, en el exclusivo lago Romelake, la zona más cool de Beijing, siendo elegido entre los 50 mejores restaurantes occidentales en China por la revista Food and Wine. Recibe el premio Nacional de Gastronomía Saludable por la Real Academia de la Gastronomía y publica su segundo libro, Cocina Verde.
2018 Muda su restaurante El Invernadero situado durante dos años en su antiguo emplazamiento en la Sierra de Madrid, al centro de Madrid (Ponzano, 85). Cocinero de Air China.
El invernadero
Calle de Ponzano, 85
28003 Madrid
comunicación@rodrigodelacalle.es