Y es que gracias a propuestas como está, la cocina oriental es ya una parte de la oferta gastronómica Es por eso que, ahora el restaurante ha querido completar su propuesta con una cuidada carta de destilados japoneses y cócteles de propio cuño y con nuevas creaciones culinarias que reivindican su estilo propio y yamaduro.
Con el objetivo de convertirse en punto de encuentro la barra de Banzai estrena una cuidada carta de sakes, algunos de ellos exclusivos y especiales. Destacan el sake MIO, un sake espumoso de nueva creación, muy ligero, refrescante y perfecto para tomar como aperitivo; el Kazeyo Mizuyo que, elaborado con tres variedades de arroz distintas, es ideal para acompañar mariscos o entrantes ligeros; el Kagatobi (muy frutal) y los sakes ultra premium Shochu Jun (una mezcla de 11 tipos de Shochu añejados en barrica) y Shochu Hamada, elaborado con batata de Kagoshima (EE.UU), arroz malteado y agua obtenida del fondo del mar, muy recomendable para tomar con pescado crudo y las tempuras de Banzai. En línea con las tendencias mundiales, la carta de destilados incluye además una selección de whiskies japoneses: Hibiky Harmony, Yamazaki, Hakushu Reserva y el whisky Premium Hakushu 18 Años. Whiskies que en los últimos años se han posicionado entre los mejores del mundo a la altura de los Single Malts escoceses.
Para completar la experiencia, el restaurante incorpora también una serie de cócteles para tomar antes, durante o después de la comida entre los que destacan el Japanesh Smash (una versión del mojito a base de sake Junmai, licor de yuzu, lima, hierbabuena y soda que resulta muy refrescante y digestivo), el Daiquiri Ume (ron, umeshu miel, lima, sirope mirabelle y lavanda), el Matcha Silver Fizz (ginebra, té Matcha, cardamomo y soda), el Ume Spritz (de Umeshu y vino rosado, perfecto para abrir boca), el Café Samurai (una mezcla de café, licor de yuzu, vodka y chocolate ideal para terminar) o los sin alcohol Doraemon y Naruto, aptos para el público infantil.
Para completar la experiencia, el restaurante incorpora también una serie de cócteles para tomar antes, durante o después de la comida entre los que destacan el Japanesh Smash (una versión del mojito a base de sake Junmai, licor de yuzu, lima, hierbabuena y soda que resulta muy refrescante y digestivo), el Daiquiri Ume (ron, umeshu miel, lima, sirope mirabelle y lavanda), el Matcha Silver Fizz (ginebra, té Matcha, cardamomo y soda), el Ume Spritz (de Umeshu y vino rosado, perfecto para abrir boca), el Café Samurai (una mezcla de café, licor de yuzu, vodka y chocolate ideal para terminar) o los sin alcohol Doraemon y Naruto, aptos para el público infantil.
Detrás de su larga barra de sushi en Banzai encontramos un equipo consolidado de expertos en cocina japonesa formados en los mejores restaurantes que históricamente ha tenido la capital. Encabezado por el cocinero filipino Rheinland Taporo (conocido como Taps), la carta a dado una vuelta de tuerca a sus propuestas tratando de descubrir nuevos sabores, nuevos matices que completen y de nuevas opciones a los habituales, ya amante de la cocina japo. Taps inició su andadura profesional nada menos que en las montañas selváticas de Filipinas, donde prestó servicio militar durante siete años, dando de comer a sus compañeros con los elementos que encontraba en el entorno. Así, las especias y hierbas aromáticas son la seña de identidad de su cocina; una cocina que años más tarde desarrolló en comedores de la talla de 99 Sushi Bar y Nikkei 225. Entre sus nuevas aportaciones a la carta de Banzai destaca una finísima tempura de cococha, un plato que completa su apartado de tempuras (especialidad de la casa) entre las que resaltan la de langostino tigre (su plato estrella), la de verduras, la de chipirones y la de vieras. Sobresalen también los distintos cortes de un atún toro de extraordinaria frescura que puede encontrarse en sashimi, en carpaccio, en tataki o en tres versiones distintas de tartar (kimuchi, macerado o con salsa cremosa), y los niguiris flambeados, una colección de niguiris fusión inspirada en el sushi californiano surgido en los años 60.

De entre todas estas propuestas culinarias es difícil escoger con cual te quedas, cual pruebas e incluso cual seleccionas para recomendar a tus lectores, pero como recomendación de menú puede seguir las pautas que el propio jefe de sala nos indicó. Para no iniciar con mucho choque cultural pedimos abrir boca con algo fresco y apareció en la mesa una espléndida ensalada de algas con langostinos que preparado el paladar para todo lo que vino después, gyozas, tempuras de todo tipo, atún en tataki, niguiris: en definitiva, todo un festival de sabores y texturas que, sin duda es el gran atractivo de esta cocina tan distinta, pero tan atractiva para los occidentales una vez que te vas introduciendo en ella.
El final fue una sorprendente tarta de chocolate con te verde, muestra de la fusión que domina todos los platos.
Para todos aquellos que se decidan a probar esta cocina y no sean expertos o conocedores de sabores, el mejor consejo que les podemos dar es que sigan los consejos del jefe de sala y/o de los camareros para que el orden de los bocados sea el correcto y disfruten ordenadamente de todos los sabores que proporciona la cocina japonesa
El final fue una sorprendente tarta de chocolate con te verde, muestra de la fusión que domina todos los platos.
Para todos aquellos que se decidan a probar esta cocina y no sean expertos o conocedores de sabores, el mejor consejo que les podemos dar es que sigan los consejos del jefe de sala y/o de los camareros para que el orden de los bocados sea el correcto y disfruten ordenadamente de todos los sabores que proporciona la cocina japonesa
Banzai
Recoletos, 10
914 31 83 65
Horario de cocina: de martes a sábados de 13:30 a 16:00 h. y de 20:30 a 24:00 h, domingo y lunes de 13:30 a 16:00.
Precio medio: 35 €
Recoletos, 10
914 31 83 65
Horario de cocina: de martes a sábados de 13:30 a 16:00 h. y de 20:30 a 24:00 h, domingo y lunes de 13:30 a 16:00.
Precio medio: 35 €