Aunque se centra en la vida de este personaje, quiere situarlo en la estela de otros reformadores que han sentido la necesidad de ayudar al pueblo, oprimido por los ricos, por los poderosos, tanto civiles como eclesiásticos y de la reforma de la Iglesia, así, aunque brevemente, desfilan Wiclif, John Ball y Tyler, personajes de siglos anteriores a los que el autor considera como precedentes.
Müntzer nació en Sajonia y vivió a caballo entre los siglos XV y XVI, fue clérigo, nacido de la pobreza, con un padre al que vio morir en la horca, seguidor del anabaptismo, predicador fogoso que logró reunir a un ejercito enorme de campesinos y de pobres en general, enalteciéndolos con palabras bíblicas y pregonando una idea de reforma social, que en aquellos momentos era absolutamente impensable. También emprendió una reforma de la Iglesia y como Lutero, al que siguió durante algún tiempo, tradujo la Biblia al alemán y comenzó la celebración litúrgica en la lengua vernácula. En una gran batalla en Frankenhausen, se enfrentó contra los nobles que acudieron con todos sus ejércitos para defender sus derechos y acabó derrotado y ajusticiado
El relato es bello aunque duro, escrito con perfecta precisión, con elegancia y describiendo los hechos escuetamente; la figura principal no queda bien parada ya que es un personaje triste, dramático y en el que la exaltación roza la locura. Los príncipes, los eclesiásticos tampoco quedan bien, pero no se excede en la descripción de su opulencia y su mala conducta. Si queda claro, que no son leales a la palabra dada y que no cumplen sus promesas con el pueblo. Lo que si quiere dejar patente es la situación desdichada e irremediable de la numerosa población que vive en la pobreza más absoluta y en la ignorancia.
No va a interesar a todos, pero la forma de narrar y presentar los hechos es muy buena y literariamente es notable.
La guerra de los pobres
Éric Vuillard
Tusquets, Barcelona, 2020, ISBN: 978-84-9066-862-7, Págs. 94, TO. La guerre des pauvres, Trad. Javier Albiñana Serain