Y el mal no solo afecta a unos cuantos miembros del Gobierno, sino que también la padecen algunos de sus asociados en esos de la investidura y los presupuestos. Y entre todos ellos destaca el mas Rufian de los “rufianes” que pasean por los pasillos del palacio de la carrera de San Jerónimo, revestido de la purpura del cargo como portavoz de la muy relevante y decisiva fuera política de los autodenominados republicanos catalanes de izquierda que hoy mismo ha despachado una de cara dura esoectacular al anunciar unas enmiendas a los PGE para desaparezcan de los citados presupuestos las partidas dedicadas a la Casa del Rey, al Tribunal Constitucional, al Tribunal de Cuentas y al Ministerio de Defensa, así como cancelar los créditos previstos para el uso de gastos reservados, ya que entiende que la Corona es "corrupta", que los tribunales son "órganos represores" y que no debe destinarse dinero a "tanques y balas" o a "espiar" a la disidencia política.
Digo yo que ya puestos habría que hacer desaparecer las partidas dedicadas a todos esos holgazanes que han pasado de la indigencia a disponer de unos ingresos netos mensuales que rondan los nueve mil euros, sin haber hecho merito alguno para ello. Pero eso si se apuntaron a un partido cutre y golpista, cuyo líder de momento está en la cárcel gracia a lo cual puede disponer de privilegios exclusivos nunca soñados en sus calenturientas tardes de cubatas y botellones.
Quizá seria el momento de dedicarle una pensada a como solucionar todos estos despropósitos de una casta de políticos que ni lo son, ni nunca podrán llegar a serlo con los que a lo mejor habría que tartar de buscar una solución, pero no la de ser un hombre publico.