Según datos de Bank of America, los mercados de valores mundiales han registrado entradas de dinero nuevo por valor de 72.000 millones de dólares en dos semanas, cuando el rally de las Bolsas mundiales estaba en pleno apogeo. No hay precedentes de un vuelo hacia el riesgo de este tamaño. Uno de los grandes perdedores en este movimiento es el oro, que desde que empezó el Covid-19 hasta el verano actuó como gran activo refugio. ¿Es una oportunidad el nuevo nivel de los 1.800 dólares por onza o va a seguir sufriendo la cotización?
Degussa, una de las firmas más activas de Europa en la compra y venta de metales preciosos de inversión, cree que el precio del oro ha retrocedido para volver a coger fuerza. La compañía, que en marzo aumentó un 150% sus ventas de oro físico de inversión en pleno aumento de la incertidumbre por la irrupción del Covid-19, considera que volver a la fase alcista es sólo cuestión de tiempo.
Su economista jefe, Polleit, prevé que el precio del oro puede alcanzar el nivel de alrededor de 2.500 dólares por onza a mediados de 2021, con una banda superior de alrededor de 2.780 dólares y una inferior de 2.310 dólares. Unas estimaciones que implican un potencial al alza del 37% desde los niveles actuales.