Orban habló en la radio estatal un día después de que Hungría y Polonia dijeran que la UE no podía imponer la vinculación de ese modelo de gobernanza al acceso a los fondos a menos que el bloque cambie su tratado constitutivo. La UE está investigando a Budapest y Varsovia por socavar la independencia de sus poderes judiciales y medios de comunicación y, por ese motivo, ha tratado de imponer condiciones al desembolso de dinero.
La respuesta de Polonia y Hungría fue bloquear 1,8 billones de euros de fondos de la UE, incluidos cientos de miles de millones que debían liberarse a corto plazo para ayudar a los Estados miembros a recuperarse del impacto de la pandemia.
“Nuestra posición es sólida como una roca, la suya es sólo una voluntad política”, dijo Orban. “Su posición puede ser cambiada, la nuestra no. No quiero hacer cesiones”. Un alto diplomático de la UE dijo el jueves que los Estados miembros de la UE, así como los parlamentarios europeos, no están motivados para renegociar la condición que vincula el dinero con el respeto a los principios democráticos. “Con su declaración, Polonia y Hungría se adentran cada vez más en el aislamiento”, dijo el diplomático.
De aprobarse el presupuesto, Polonia y Hungría recibirían algunas de las mayores cantidades per cápita de la UE. Tras una década en el poder, Orban ha utilizado el gasto público para crear una élite empresarial leal que incluye a algunos miembros de su familia y amigos más cercanos, utilizando en parte miles de millones de euros de fondos estatales y de la UE.