Había sus temores de que el comportamiento final de un ego como el suyo, lleno de papanatismo y populismo podría ser complicado. Pero lo que lleva haciendo durante las ultimas semanas tratando de violentar a sus funcionarios y manipulando todo lo que puede, a la vez que siembra el desconcierto y el temor es mas propio de un enfermo, de un desequilibrado, de un loco que de un ciudadano e los Estados unidos de Norteamérica.
Esperemos que este triste espectáculo termine lo ante posible y la sensatez vuelva a su ser lo mas rápido posible.