Si además la afirmación se hace pública en una emisora de radio es que el Gobierno tiene un problema muy grave. Y Calviño no se ha cortado un pelo: «es chocante ver a veces las diferencias que hay entre la apariencia y la realidad, - ha afirmado- pero los ciudadanos saben distinguir muy bien entre el ruido, la crispación, el afán de protagonismo y la realidad de la acción de un Gobierno que es tremendamente equilibrando, responsable y que está actuando de forma correcta y respondiendo con determinación al enorme reto de la pandemia».
Y es que claro, además esta división no termina nunca. La última, después de la derrota sufrida por Iglesias con el SMI, y también aireada por todos los medios a su alcance es la de las pensiones. La propuesta que está barajando el Gobierno sobre el aumento de 25 a 35 los años cotizados para el cálculo de la pensión y la consecuencia de la medida, un recorte medio de las nuevas pagas del 5,5%, ya hacía prever la disconformidad con la misma de parte del Gobierno, tal y como ha confirmado en las últimas horas la ministra de Trabajo, al asegurar que "es un recorte, sencillamente" y como ha confirmado este mismo jueves una de las voces autorizadas de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Mayoral, asegurando que sui partido no va a callar si Escrivá impulsa la "incomprensible" reforma de pensiones, que "rescata" las tesis del PP.
Y todo ello sin olvidarse de la financiación del sistema y las reformas que pide Europa en temas laborales para enviar los esperados fondos europeos. Con ese contexto como agenda del Conejo, las chispoas pueden terminar en incendio.