La genial idea fue concebida junto a Zoo Studio, un estudio de diseño de Vic con los que siguen cosechando éxitos, ahora con un producto exclusivo, de pequeña producción y venta directa en su web y a hoteles y restaurantes (en España, Italia, Inglaterra, Holanda y Rusia) como es su vino Costenc, ‘costero’. El nombre ya es una declaración de intenciones: y es que precisamente su proximidad a la costa define su contenido, elaborado con uva Malvasía de Sitges, una variedad recuperada en la zona, de unos viñedos castigados por el mar como bien reza su etiqueta ‘comida’ por la sal.
Se trata de un vino de carácter, fresco, con complejidad aromática en frutas maduras y notas florales del que solo se hacen 3.400 botellas numeradas. La erosión marina de los viñedos marca su sabor y se refleja perfectamente en un envase que habla por sí solo. Zoo Studio (con Xavier Castells y Gerard Calm al frente del proyecto), ha plasmado todos esos rasgos en una botella de 750 ml a la que se le aplica, una vez etiquetada, un rastro de arena ondeante, como el que sufriría al reposar en la playa. Su capuchón de cera color turquesa hace también referencia al color del agua y le otorga un carácter rústico y artesano.
Una obra que acaba de recibir uno de los galardones más relevantes del sector, el Oro al diseño de packaging en los Best of European Design & Advertising Awards, también conocidos como la ‘Champions League de la creatividad’, la única competición internacional que reúne obras premiadas de los más prestigiosos concursos nacionales de Europa. De hecho, hace menos de un mes Costenc también recibía premio en otra competición por parte de la Asociación de directores de Arte y Diseñadores Gráficos del FAD, otro Oro en los ADG Laus 2020 en la ‘Unidad de pack y/o etiqueta’.
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