Ya el pasado 25 de Octubre de 2012, hace año y medio, en Agrolibre, en el artículo semanal titulado ¿SOMOS INTRANSIGENTES?, analizando la futura, hoy ya presente, “Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria”, una de las leyes estrella del nuevo gobierno, afirmábamos:
....“Si lo que se pretende, como así ha sido, es “implantar”, decretar, un modelo mixto de regulación y autorregulación de las relaciones comerciales entre los agentes de la cadena alimentaria, la fórmula nos parece una auténtica marcha atrás. ¿Cómo puede pensarse, desde la libertad, en organizar un mercado desde el Estado?, lo anunciamos desde ya, un sistema así establecido, durará mientras la subvención disfrazada de “colaboración”, o ¡vaya usted a saber de qué!, no se agote, cuando el grifo estatal se cierre ¡adiós Madrid que te quedas sin gente!”
....“Si lo que se pretende, como así ha sido, es “implantar”, decretar, un modelo mixto de regulación y autorregulación de las relaciones comerciales entre los agentes de la cadena alimentaria, la fórmula nos parece una auténtica marcha atrás. ¿Cómo puede pensarse, desde la libertad, en organizar un mercado desde el Estado?, lo anunciamos desde ya, un sistema así establecido, durará mientras la subvención disfrazada de “colaboración”, o ¡vaya usted a saber de qué!, no se agote, cuando el grifo estatal se cierre ¡adiós Madrid que te quedas sin gente!”
.…”establecer la obligación de formalizar por escrito los contratos... ..., prohibir prácticas comerciales... ...implantar nuevos controles administrativos... ...ampliar las facultades sancionadoras de las administraciones... ...impulsar prácticas comerciales desde la Administración , es decir obligar, prohibir, sancionar, decidir formas de actuar, hacer omnipresente a la Administración en todas las relaciones contractuales es la forma más directa de fracasar en el empeño que parece perseguirse. El deseo de “aumentar la eficacia y competitividad del sector agroalimentario español y la reducción del desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores de la cadena de valor, en el marco de una competencia justa que redunde en beneficio del sector y los consumidores”, es una pura entelequia, una cantinela periódicamente reiterada”.
…. “¿cómo puede ningún Acuerdo que haga subir los precios en origen, que es de lo que se trata desde el Ministerio de Agricultura, beneficiar al consumidor?, ¿estamos todos idiotizados? El sector, ¡vamos! todo productor agrario, con una subida de precios artificialmente sostenida por el Estado, perderá siempre competitividad a plazo medio .Se encarecerá el producto en el mercado y con la falsa señal del precio fijado al margen de las fuerzas del mercado, entrarán más productores en el sistema, se producirá más producto provocándose excedentes con lo que, seguidamente, se generará una nueva bajada de precios y vuelta a empezar. Volverán a quedar fuera del sistema los menos eficientes que tornarán a plantear, una vez más, la “injusticia” de su situación y... ...como siempre ha ocurrido y siempre ocurrirá, con estos modos, “vuelta el burro a la noria”.
Y concluíamos que “no hace falta ser ningún adivino para saber donde nos va a conducir de nuevo este disparate conceptual desarrollado por un gobierno que decía creer en las libertades. Si todos los eslabones de la cadena se ponen de acuerdo...el ciudadano, una vez más, se tendrá que rascar el bolsillo, pagará además, a corto plazo, ayudas al almacenamiento si los precios que se establecen en origen son superiores al que pagaría el mercado, se impedirá la libre competencia porque en un mercado en que todo está asumido nadie compite,...., vamos nos adentramos, de nuevo, por un camino absolutamente equivocado emprendido por un gobierno que debería haber cambiado ya, de forma radical, el rumbo de nuestra política agraria”.
Sin embargo y a pesar de nuestro inicial desencanto parece que, a la vista de las declaraciones que sobre el Proyecto de Ley están vertiendo todas las organizaciones de izquierdas, en su tramitación en el Parlamento nacional, no todo está perdido.
La COAG, en declaraciones de su Secretario General, que ciertamente está en desacuerdo con los resultados de la tramitación afirma que;
... ... “este proyecto de Ley es una buena herramienta para conseguir una mayor transparencia y seguridad jurídica en la cadena agroalimentaria. Sin embargo, tal y como lo conocemos, ni mejora ni empeora la posición negociadora de los agricultores y los ganaderos en la cadena. Evitará abusos, pero la mayor preocupación de agricultores y ganaderos que es el precio, ni se garantiza, ni se soluciona con esta Ley”
... ...” no se le ha concedido la figura de un mediador para los contratos por lo que, de esta forma, la indefensión del agricultor o ganadero individual se reduciría de forma notable. Sin duda se trata de una oportunidad perdida para haber creado un mediador al estilo del que existe en Francia.
Nosotros, en relación con el “mediador francés” decíamos hace unos meses, el pasado 9 de mayo, en el artículo titulado “Un camino disparatado”, ver Agrolibre, que:
“ el Mediador, figura creada y eliminada cuando proceda por el gobierno de turno, decide ya, en el sector de la leche de vaca, el precio de venta en origen del ganadero según destinos, fija los márgenes comerciales de todos los componentes de la cadena y decide incluso, fijándolo, el precio que debe pagar el consumidor... ... y ¡todos tan contentos! Es que nadie entiende que, en ninguna circunstancia, los costes de producción, cada productor siempre tiene uno distinto a todos los demás, jamás pueden decidir los precios de compra por el consumidor. Nadie intuye que siempre es al revés, que lo que el ciudadano-consumidor quiere comprar y al precio que lo quiere comprar son los datos que deben determinan lo que los productores deben producir y al precio que lo deben hacer. Siguen, el gobierno de la UE, nuestros gobernantes y todos los dirigentes agrarios sin concebir que, el consumidor, es siempre el único soberano en sus decisiones de compra.
Recuerdan todos que, en todos los países del mundo, incluidos los países del denominado socialismo real, Cuba... ..., los precios gubernamentales, los precios fijados por sus correspondientes "Mediadores", incluso en artículos de primera necesidad, no se cumplen jamás y que, cuando se establecen, siempre se producen o bien "mercados negros" ,"colas" y "cartillas de racionamiento", ", cuando los precios establecidos desde el poder central son bajos o se producen ingentes cantidades de bienes, recuerde Europa hace unas décadas, enormes excedentes de productos que hay que malvender o destruir. ¡Qué desastre, qué disparate... ... y todos tratando además de imitarlo! ¿Es este el destino que van a tener todas las producciones agrarias europeas, todos los sectores en crisis?
Recuerdan todos que, en todos los países del mundo, incluidos los países del denominado socialismo real, Cuba... ..., los precios gubernamentales, los precios fijados por sus correspondientes "Mediadores", incluso en artículos de primera necesidad, no se cumplen jamás y que, cuando se establecen, siempre se producen o bien "mercados negros" ,"colas" y "cartillas de racionamiento", ", cuando los precios establecidos desde el poder central son bajos o se producen ingentes cantidades de bienes, recuerde Europa hace unas décadas, enormes excedentes de productos que hay que malvender o destruir. ¡Qué desastre, qué disparate... ... y todos tratando además de imitarlo! ¿Es este el destino que van a tener todas las producciones agrarias europeas, todos los sectores en crisis?
... .. “COAG y otras muchas organizaciones han insistido para que se incluyera, la gran ausente de esta Ley es, ¡menos mal decimos nosotros!, la práctica más dañina de todas, la venta a pérdidas. Práctica comercial absolutamente abusiva y desleal, denunciada sin éxito por productores, industria e incluso distribución minorista en infinidad de ocasiones durante los últimos años y que genera graves pérdidas económicas y de empleo en el conjunto de la cadena y de la economía. Se trata de una práctica especulativa cada vez más extendida y relacionada con la utilización de productos como la leche, el aceite, el pan, las carnes o la fruta de verano como productos reclamo a precios de venta al público anormalmente reducidos. Hubiera bastado con introducir la definición existente en la Ley de competencia desleal para que le afectara el régimen sancionador de esta Ley y, por tanto, un régimen administrativo de control y vigilancia.”
... ...”además insisten en que a la Ley le falta una cláusula de cierre que repute como desleal y abusiva cualquier otra práctica comercial que se pueda inventar o desarrollar en el futuro y que se entienda que va en contra de los principios rectores establecidos en el artículo 4 de la propia Ley: equilibrio y justa reciprocidad entre las partes, libertad de pactos, buena fe, interés mutuo, cooperación, transparencia, equitativa distribución de riesgos y responsabilidades y respeto a la libre competencia en el mercado”.
En esta línea la Unió de Pagesos,” denuncia que el rechazo del PP en el Congreso a las enmiendas presentadas por diversos grupos parlamentarios al proyecto de ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria a propuesta del sindicato impedirá, por un lado, acotar la posición de dominio de la gran distribución en la cadena, y por otra endurecer las penas para las prácticas de la venta a pérdidas en la alimentación. Considera que el hecho de que no se hayan incorporado estas enmiendas al proyecto de ley impedirá que se acaben los abusos de la gran distribución alimentaria por su clara posición de dominio, y por la reiterada utilización indiscriminada de productos alimenticios como reclamo por los precios extremadamente bajos que imponen. Esto conllevará una importante presión en toda la cadena alimentaria, y sobre todo, en el sector productor, que es el más débil. Entiende que la ley ya era tibia ante los abusos de la gran distribución, y recuerda que el proyecto de ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria sólo introduce mejoras parciales en la contratación de productos, pero el texto no sirve para hacer una verdadera regulación que evite los abusos crecientes que soporta la agricultura desde hace años y termina afirmando que siempre los abusos de la gran distribución alimentaria se caracterizan por su evolución y renovación constantes, con el fin de evitar las disposiciones legales, aprovechando que el ordenamiento jurídico no incluye definiciones claras y precisas de posición de dominio y de venta a pérdidas en la cadena alimentaria, y perjudicando claramente a los productores”.
Es decir que el desarrollo parlamentario de la ley está minorando los enormes defectos de la misma, las izquierdas están bramando, cosa que nos agrada en extremo y nos indica que aún debemos estar esperanzados y aunque las organizaciones profesionales más centradas, fundamentalmente Asaja, son incapaces de enfrentar rectamente el problema y siguen inmersas en la socialización que nos invade, esperemos que el Proyecto de Ley quede podado de los objetivos e incongruencias que inicialmente contenía. Las protestas actuales así nos lo indican, no nos derrumbemos al final de la tramitación.