Al final de la obra y tras su infortunada actuación, el tenor, de forma ciertamente hábil y artera gritó a pleno pulmón aquello de “¡Viva Cartagena!” con lo que, a todos los asistentes no les quedó más remedio, estaban en casa, que repetir el “¡Viva!” de forma continuada, con lo que, en lugar de un merecido “pateo”, el astuto tenor acabó su actuación en medio de una cerrada ovación.
Hace unos días, nuestro primer espada en el tema agrario, nuestro Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, quizás sin darse cuenta de la gravedad de sus alabanzas o posiblemente porque lleva ya casi un año si no desafinando sí al menos sin cantar la melodía que se necesita en nuestro sector desentonó, a la manera del tenor del cuento,desbarrando totalmente con aquello de “España va a cumplir con Kioto con anticipación a la fecha prevista”. ¡Una nueva bufonada medioambiental nos sacude de nuevo!.
Desde que en diciembre de 1997 fue adoptado el denominado, por el lugar de su firma, Protocolo de Kioto, cuya entrada en vigor se produjo posteriormente en febrero de 2005, venimos denunciando, en numerosísimos artículos publicados en Agrolibre, la sinrazón de nuestra adhesión al Protocolo sin que, nuestras razones y las de otros muchos, hayan obtenido ni la más mínima de las consideraciones. En su inicio ningún país de los considerados como importantes suscribió el infausto Protocolo, ni EEUU, ni China, ni India, ni Rusia, ni... ...se comprometieron absolutamente a nada, solamente la UE, con España como país guía y cabecilla de la idea, aún no sabemos por qué, se mostró absolutamente beligerante en la concreción del desdichado Acuerdo.
Recordemos que la UE se comprometió entonces a reducir las emisiones de GEI en un 8% durante el periodo 2008-2012 en relación con las emisiones de 1990. Y nuestro País que, desde hace tiempo, en estos temas medioambientales siempre tiene que hacer el “indio”, hacerse “notar” lo más posible aún a costa de “pagar” lo que los demás acuerden, se puso desde entonces, como buen converso, al frente de la idea o como antes decíamos en la milicia en “primera posición de saludo”.
La distribución que se acordó, dentro de los países miembros de la UE, para lograr la reducción decidida del 8 % fue enormemente perjudicial para España, cosa que a nuestros dirigentes no pareció importarles lo más mínimo a pesar de que , desde el año 1990 y durante casi una década, habíamos conseguido un fuerte desarrollo económico, un aumento exponencial en el transporte y en el consumo energético de familias e industria y como consecuencia del mismo ya en el año 2005, año de entrada en vigor de los Acuerdos, se superaba en un 52% las emisiones de GEI sobre el año base, un 347% de lo acordado. No obstante y en contra del criterio de muchos, entre los que nos encontramos desde el primer momento, nuestras “lumbreras gubernamentales” se comprometieron a no superar a finales del periodo adoptado, año 2014, el incremento del 15% sobre el año base 1990.
Es decir que, al margen de dificultarnos económicamente el desarrollo futuro o hacernos pagar los excesos que correspondieran, porque todo desarrollo se traduce siempre en mayores emisiones GEI, (más desarrollo = más consumos energéticos = más emisiones de CO2), la firma del Acuerdo implicaba como así ha sido, aunque se nos vendiera a los ciudadanos españoles lo contrario, una nueva “patochada” nacional.
Desde el año 2005 en que los excesos de emisiones GEI alcanzaron el 52% sobre el año base 1990, estos empezaron a disminuir aunque hasta el año 2007 se mantuvieron sobre el 50%. En 2008 el exceso era del 42,7 %, en 2009 el exceso era del 26%, en 2010 era del 20%... ... correcciones debidas, sin duda ninguna, a la crisis y el parón que iniciados en el sector de la construcción se transmitieron de inmediato a la totalidad de nuestra actividad económica.
El Director General de la OSE,(Observatorio de la Sostenibilidad en España), voz autorizada oficialmente, nos decía ya en 2011 que, ”las ganancias netas de sostenibilidad ambiental se deben fundamentalmente a los efectos de la menor actividad productiva y a la bajada de los consumos” y el Secretario General de WWF insistía, como no podía ser de otra forma, en que “los avances en el cumplimiento de Kioto, se deben a lo que los expertos denominan una “sostenibilidad forzada”, es decir a los efectos directos, los efectos sobrevenidos por la gran crisis económica que padecemos”.
Todos somos absolutamente conscientes de que la desgraciada situación de nuestra economía es la causa fundamental de que los excesos de emisiones se hayan reducido hasta casi cumplir lo acordado en Kioto y que por lo tanto España, los ciudadanos españoles, estamos en condiciones de que, si la desgraciada situación actual se prolonga un par de años más, cosa absolutamente probable, cumpliremos con necios y majaderos compromisos acordados, pero presumir de ello... ... o simplemente citarlo para ver si los ciudadanos ven brotes verdes en la circunstancia sobrevenida, es cuanto menos una ignominia. ¡Cómo alegrarse de la muerte del padre porque así evitamos pagar alguna deuda contraída por este. ¡Es una infamia!
Por cierto que para garantizarnos aún más el cumplimiento no se está teniendo empacho en pagar lo que proceda. Nos informan desde la Fundación Biodiverdidad (Fundación propia del Ministerio de Agricultura Alimentación y Medio Ambiente) que, “A España le queda menos del 10% para cumplir los objetivos europeos del protocolo de Kioto –la reducción de emisiones un 8% durante el período 2008-2012-, un objetivo a lograr asociado a la reciente inversión en derechos de emisión de CO2. El Secretario de Estado de Medio Ambiente, Federico Ramos, ha viajado a Varsovia para firmar el acuerdo de compra de derechos de emisión de CO2 en Polonia, un convenio que supone una inversión de 40 millones de euros, lo que supondría unos 100 millones de toneladas de CO2. De este modo, la inversión total realizada en los últimos años asciende ya a los 770 millones de euros”. ¡Vamos que o cumplimos o cumplimos a costa de lo que sea!
Hoy todos sabemos que con la crisis actual los ciudadanos hemos retrocedido a niveles de más de una década.
J.C.Barba, que ha manejado la gran encuesta INE sobre Preupuestos Familiares, datos de 2011, en la que se avalúa cómo y en qué se gastan las familias españolas el dinero de que disponen y que ha complementado los datos brutos del INE con el aumento de la población y la inflación ocurrida, nos dice, entre otras muchas cosas que: “Las familias españolas -siempre hablando en euros de 2011-gastaron el pasado año algo más de 11.200 euros por habitante y que el descenso desde 2007 (año en que se dio el mayor gasto) es de casi 2.000 euros, es decir, nada menos que un 14,3%, lo que nos lleva a niveles en gasto total propios del año 2000”, “el gasto en alimentos, ha caído un 13,9% y se encuentra un 3,7% por debajo del de 1998”, “el gasto en transportes también se ha hundido (reflejo del menor uso del automóvil, transporte vacacional y transporte al lugar de trabajo), reduciéndose un 29% respecto a 2007 y un 15,7% desde 1998”, que… …en resumen “el nivel de vida de los ciudadanos españoles se ha deteriorado aún más de lo que pudiera parecer, ya que a la menor disposición de dinero se ha unido el comportamiento de los oligopolios de energía y comunicaciones, extrayendo cada vez más renta de los ciudadanos aprovechando su posición de dominio, y el de los poderes públicos, que con sus subidas de impuestos han hecho empeorar todavía más la situación”.
En un país así, con niveles de vida de hace ya más de una década, con espectaculares bajadas en la producción industrial, niveles de consumos energéticos de 2005, con un paro que avergüenza… … nuestro primer espada presume de cumplir anticipadamente con Kioto e insiste en que “España no va a dejar escapar el tren de la economía verde” ¡¡Una perogrullada más!
¡Por qué no nos callamos!, ¡Por qué no presionar a la UE para que se abandone de una vez Kioto, tal como hizo hace unos días Canadá que, al comprobar que terminará el periodo de referencia con un incremento de GEI del 29% en vez del 6% firmado y que por lo tanto tendrá que pagar por exceso de emisiones, ha decidido romper todos sus compromisos con el sistema!.
¡Al final, tal como ya preveíamos terminaremos pagando solamente los españoles y… … Pero por favor, en estos temas, no más “Vivas a Cartagena”.