Hemos vuelto a tener un otoño metido en agua y ver, de nuevo, al Ebro llenar el Mediterráneo… es algo que daña a cualquiera que tenga un mínimo de sensibilidad para el tema más importante de cualquier sociedad, el tema del agua.
Las desaladoras se nos decía en aquella ocasión (Cristina Narbona dixit), sustituirían al “anticuado, contaminante y desvertebrador Plan”, ¡qué desfachatez!; cinco años después, de lo prometido nada, el famoso Plan Agua está sin cumplir. De los 730 km cúbicos de agua desalada prometidos están puestos en servicio 270, es decir menos del 30%. Además y ello es lo más significativo, la política del PSOE, gobierno actual, en materia de Agua parece haber girado 180%.
Desde el nuevo Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, se reconoce ya que la desalación no puede ser la solución para la agricultura, cosa que afirmábamos muchos, sino, en casos muy determinados un apoyo puntual. ¿Cómo utilizar agua desalada en nuestros campos si su precio la hace inviable? se preguntan ahora. No es posible utilizar agua desalada si la trasvasada o la subterránea tienen un precio muy inferior. Y además con las nuevas tarifas eléctricas, su precio puede aumentar en más del 40% y sin perspectivas de bajar.
Se nos afirmaba la existencia de un Plan para rebajar los costes de la desalación, problema prácticamente insoluble si no entramos decididamente en el otro gran problema que tiene la sociedad española, la rebaja energética. Se nos decía que para el año 2007, los costes de las grandes plantas de desalación, mas de 50 hectómetros cúbicos por año, serían de 0,36 euros por metro cúbico, hoy alcanzan prácticamente el euro, es decir tres veces más; se nos decía que los consumos energéticos serían de 3 kilovatios hora por metro cúbico, hoy son de más de 3,5, es decir un 20% más; se nos decía que habría que conseguir que el impacto medioambiental el ecosistema marino sería nulo y hoy de ello ni se habla…¿quién debe responder del masivo engaño en que se nos metió?, por desgracia los políticos pasan y ahora nadie responde de los disparates de la Sra.Narbona, por cierto, ministra de la cosa en el primer gobierno Zapatero y este señor sigue de Presidente sin que nadie le pida cuentas de nada. Debemos exigirnos todos un poco mas de memoria, los disparates, fundamentalmente económicos cometidos, son causa directa del estado comatoso en que hoy nos encontramos.
Parece ser que asistimos al posible cambio de las políticas relativas al agua. En este caso toca volver, dicen, a los trasvases. Bienvenidas sean las rectificaciones que sean necesarias, recordemos que por la irresponsabilidad de Zapatero, se perdieron más de 6.000 millones de euros, concedidos por la U.E para la realización del trasvase del Ebro. Hay que volver al camino de lo racional, cueste lo que cueste y no pensar más en términos de pérdida o ganancia de votos, los ciudadanos estamos ya muy hartos de ser siempre moneda de cambio. Debemos replantearnos, otra vez, todo el marco institucional, planificar las políticas del agua, volver a revisar los planes de cuenca y sus obras, contabilizar adecuadamente las demandas, resolver los problemas a niveles locales, completar los ciclos, entrar decididamente en la, gestión, revisar y adecuar todos los problemas medioambientales …..en resumen volver a lo que ya estaba prácticamente resuelto, consensuado y decidido por todos. Terminamos con la pregunta inicial, ¿y del agua qué?, no olvidemos que en el nuevo Ministerio existe una Secretaría General de Medio Rural y Agua, una Dirección General del Agua, 5 Subdirecciones Generales, 9 Confederaciones Hidrográficas y una Mancomunidad de los Canales del Taibilla, sin contar en cada Comunidad Autónoma las múltiples Unidades dedicadas al tema, ¿serán capaces entre todos de volver de nuevo a una cierta racionalidad, o es tema ya irremediablemente perdido?.